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Ra era un Dios poderoso en la mitología egipcia que hizo su primera aparición en el Episodio XXXI: Jack y el Escarabajo. Él, junto con Odin y Rama, es uno de los creadores que forjó una Katana mágica entregada al Emperador y luego a Jack para destruir a Aku.

Esquema del Personaje[]

Ra, también conocido como Re, era una de las deidades más prominentes de la mitología egipcia y el Dios del sol, específicamente el mediodía. Su forma cambió durante el transcurso del día: comenzó como el escarabajo Khepri (Un amuleto del cual se usó para convocarlo), Ra al mediodía y Amun-Ra al anochecer.

Apariencia[]

Ra tenía cuerpo de hombre, pero cabeza de halcón y llevaba un disco solar. Se lo vio montado en un cocodrilo, un animal sagrado en la mitología egipcia antigua. Como Odin, Ra tenía un esquema de color predominantemente dorado. Ra también llevaba un Ankh, el símbolo egipcio de la vida y un ladrón (Heka), símbolo de la realeza en la antigua realeza egipcia. En su primera aparición en el Episodio XXXI: Jack y el Escarabajo, Ra tenía un cuerpo mayormente marrón dorado y ojos verdes.

Historia[]

Episodio XXXVII: El Nacimiento del Mal, Parte 1[]

En el pasado distante, Ra, Odin y Rama lucharon contra La Masa Negra, el progenitor de Aku, en el espacio. Desafortunadamente, un pequeño fragmento de la Masa Negra se escapó de la vista de la batalla y pasó desapercibido para los dioses. Durante incontables eones, el fragmento cayó por el vacío hasta que se estrelló contra la Tierra prehistórica y provocó el evento de extinción del Cretácico-Paleógeno. El fragmento luego se convirtió en un charco de sustancia negra similar al alquitrán y pronto apareció una selva negra a su alrededor.

Durante incontables años, el bosque negro devoró a cualquier criatura viviente que se acercara demasiado, ahogándola en alquitrán o empalándola. El bosque creció a un ritmo alarmante que empezó a destruir asentamientos y personas. El Emperador, el padre de Samurai Jack, decidió destruir el mal en su origen. Con un elixir mágico que le fue dado por un monje budista, el Emperador y su caballería cargaron hacia el bosque, sólo para que todo su ejército fuera asesinado por árboles que repentinamente surgieron del suelo y los empalaron. Continuando su viaje hacia el estanque negro, el Emperador recitó un Sutra, sumergió su flecha en el elixir y luego la disparó hacia el Sol para encenderlo.